Hace tiempo que no os obsequio con una reseña, pero es que sólo suelo hacerla si lo que he leído me ha dejado boquiabierto. Este es el caso.
Antes de nada quiero hacer una reflexión porque es curioso cómo llegó esta trilogía a mis manos. Había oído hablar mucho de ella, de César Pérez Gellida, su escritor, más de lo mismo. Todo el mundo coincidía en que la trilogía es un imprescindible para los que amamos la novela negra (aunque creo que para los que no la aman, también). Con ella surgió en mí una necesidad imperiosa, la podría haber conseguido en Amazon Kindle de inmediato, pero había algo que me decía que esta era una de esas obras que debía tener en papel. Una frustración creciente floreció en mí al no poder conseguirla en papel porque mi economía no estaba pasando su mejor momento. Pero yo la quería. De repente, veo que César hace un sorteo a través de su Twitter. Como loco participo, la quiero. Me toca. Os podéis imaginar mi alegría. Os puedo asegurar que nunca había tenido tanta ilusión por algo ganado en un sorteo, había algo que me decía que esto era especial. No me equivoqué.
Creo que voy a desglosar la crítica en varias partes, para hacerla más comprensible y así poder profundizar un poco más, como a mí me gusta, jaja.
La trama:
Partiendo de la base de que la novela en sí trata de un asesino en serie que va campando a sus anchas, primero por Valladolid y luego por otros rincones de Europa, la trama no podía llamarme más la atención. Ya sabéis que yo intento escribir sobre estos temas (con mucho menos acierto que el amigo César), por lo que mi interés era mayor.
Desde la primera página me vi inmerso en el complejo mundo de Augusto Ledesma. No es un asesino en serie cualquiera, lo fácil hubiera sido hacerlo plano, lineal, previsible para el lector porque ya sabes qué va a suceder a continuación hasta que consigan detenerlo. Nada de eso, la trama consiguió sorprenderme ya que escapa de lo habitual en este tipo de novelas. Está claro que todo gira alrededor de los asesinatos, pero César consigue que incluso los dejemos de un segundo plano centrándonos en las historias personales de cada personaje, haciendo que vivamos sus vidas. Nada fácil de conseguir. Muchos, sin leerla podrán permanecer escépticos en que una historia que se basa en los crímenes de un asesino en serie den para tres novelas, pero vaya si da, y para cuatro si me apuras.
Los personajes:
Es aquí donde me quito el sombrero, me lo vuelvo a poner y me lo vuelvo a quitar mil veces. Desde los personajes de Félix Fortea y Lara Martell en la exquisita "Normal" de Roberto López-Herrero, no me pasaba nada parecido. Los personajes de Ramiro Sancho, Augusto Ledesma, Armando Lopategui y su hija Erika son de lo MEJOR que he visto nunca (salvando, como ya digo a Félix y Lara).
No podían estar mejor definidos, no se puede empatizar más con ellos porque es imposible. Te metes de lleno en cada uno de ellos, con sus virtudes, con sus defectos, con sus manías, con el "Hay que joderse" de Sancho. Es tal el punto de empatía que he sentido con ellos que llegué a comentarle a César, que una noche había soñado con ellos. De verdad, los personajes son los que dan alas a este libro que ya de por sí podría tenerse sin ellos, pero imaginad el resultado si combinamos ambas cosas.
Si tuviera que quedarme con uno, me costaría mucho elegir entre Augusto y Erika. Creo que ambos tienen una similitud que ni ellos mismos podrían comprender, una similitud que al mismo tiempo los hace polos opuestos que se atraen casi sin poderlo evitar. Cabe destacar que Augusto no es el típico asesino en serie, ni mucho menos. Su personalidad es tan compleja que sorprende mucho la capacidad de César para haber conseguido perfilar un personaje que ni los propios psicólogos podrían confeccionar. IMPRESIONANTE.
Estilo y documentación:
Los junto porque creo que merece la pena recalcar las dos cosas juntas. El estilo de César es único y espero que irrepetible. Ha creado tres novelas únicas en su especie en las que ha combinado canciones, poesía y a un psicópata. Yo no había leído nada parecido. Su estilo además es muy fluido, muy creíble y fácil de leer (no por ello menos literario). Las conversaciones que mantienen los personajes son simplemente brillantes, las reflexiones que hacen te hacen reflexionar a ti a la vez. Cabe destacar en esas conversaciones las de Armando con su hija. GENIALES.
En cuanto a documentación, creo que me he encontrado con una de las novelas más trabajadas en cuanto a procedimiento policial (sin llegar a ser tedioso) que he leído jamás. César no peca de "listillo" y no deja datos por dejarlos. Sabe de qué hablar y cuándo hacerlo. Muy pocos lo saben. Aquí César se gradúa Cum Laude..
Otra cosas que me apasiona es que el autor no vacila en revelarnos cuáles son sus gustos y aficiones, algo que casi sin quererlo, te acerca más a la persona que está detrás de las teclas. Eso muchas veces no se consigue. Como apasionado de Héroes del Silencio como soy, encontrar diversas referencias no sólo en las canciones que el propio autor pone, sino en las propias conversaciones o reflexiones me ha hecho disfrutar como nadie.
En conclusión:
Tenía una corazonada con esta trilogía y no sólo se me ha cumplido, sino que se ha superado con creces. Me he maravillado con cada página, disfrutando con la maestría con la que César ha decido deleitarnos. No sólo le auguro un puesto de honor en la literatura nacional en un futuro muy próximo, sino que lo convierto automáticamente en un referente para un servidor y un espejo en el que mirarme, pues si alguien entiende de crear obras maestras, ese es César Pérez Gellida.
Aquí tenéis su web, en ella podéis encontrar toda la info que queráis sobre él y su obra.
http://perezgellida.es/
Os la recomiendo encarecidamente.
Si tuviera que poner nota a la trilogía, sin duda sería de 10/10.
Y recordad que un servidor está en Twitter para lo que gustéis (https://twitter.com/BlasRGEscritor) ABRAZOS!!!
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