Hace tiempo que no pongo ningún post, pero es que decir que ando liado es quedarme muy corto con lo que en realidad me está sucediendo. Pero ahora he encontrado la oportunidad idónea para hacerlo.
Debo reconocer muchas cosas hoy, pero empezaré poco a poco reconociendo que pensaba dejar este post para un poco más adelante, cuando hubiera reposado la novela "Khimera", mi última lectura, pero es que mi cabeza ha acabado con tal movimiento que me es imposible dejar esto para otro día.
Comenzaré reconociendo también que tenía mucha expectativa ante lo nuevo del vallisoletano, su trilogía me dejó muy marcado ya que es, quizá, tres de los mejores libros que he leído en cuanto a novela negra se refiere. Pero me tiraba un poco para atrás que su nuevo trabajo se alejara precisamente de eso, presentando una novela distópica de las que, en realidad, no me llaman en exceso.
El primer golpe de César me ha dado directamente en la mandíbula al romper con esa idea que tenía en mi mente. La novela habla de un futuro aterrador (ahora os explicaré por qué), de armas que no existen, de una ciencia ficción de la que muchas veces huyo, pero es que no sé cómo lo ha hecho, pero te sigue mostrando esa misma esencia que impregnó sus tres primeros trabajos y que tanto me hicieron disfrutar. Creo firmemente que existe el género Gellida pues Khimera es una prueba de ello. He dispuesto de menos tiempo del que me hubiera gustado para leer, pero los ratos en los que lo he hecho, me la he bebido con ansia, con ganas de saber más y más de un mundo que visualiza César y que te hace temblar de miedo al percatarte de que puede ser absolutamente real.
Y es que a eso me refería con lo de futuro aterrador. Quizá una de las cosas que mejor funcionan en el texto es que muestra un mundo tan ficticio como real, algo que en realidad parece más una advertencia de lo que acabará ocurriendo que una imagen hecha en la cabeza de un loco visionario. Según vas avanzando compruebas cómo César te cuenta paso por paso cómo se llega a la situación del 2054 y te acojonas porque en realidad piensas que va a suceder así. Creo que muy pocos pueden conseguir ese efecto. Es por eso que el calvo es quién es hoy en día.
Otra de las cosas que me ha apasionado es cómo Pérez Gellida nos va desgranando, miguita a miguita el pasado de un elenco digno de una de las mejores producciones de Hollywood, pero lo hace así, como el que no quiere la cosa. Acabas, como sucedió en sus tres trabajos anteriores empatizando con cada uno de los personajes hasta sufrir sus sufrimientos, gozar con sus alegrías y llorar con sus desmanes. Otra cosa que César hace como Dios.
Mención aparte tiene la leyenda del Bogatyr con la que gira toda la novela, una historia preciosa que desconocía pero que me ha hecho imbuirme en su propia historia y haciendo que en mi cabeza asaltaran ejemplos paralelos que creo que hay en todas las culturas. Un acierto por parte de César, desde luego.
En definitiva, César Pérez Gellida nos presenta un concierto delicioso, tocado y diferenciado en diversos actos que le dan justo el ritmo que él quiere en cada momento. Khimera es una novela para sentarte a leer tranquilo, sin prisa, para disfrutar, soborear y cómo no, repetir. De paso decir que como autor, envidio muchísimo al calvo. Creo que muy pocos en este país poseen un talento y una inteligencia similar a la de César. No es fácil, ni mucho menos construir el universo que se ha marcado, el tito Gellida es, quizá, uno de los mejores autores de la actualidad. A ver si un día se anima a darnos lecciones a los que nos consideramos sus pupilos, jajaja.
Un riesgo por parte del autor, pero un acierto desde la primera a la última letra. Le doy un 10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario