miércoles, 22 de mayo de 2013

Supérate a ti mismo.

    Creo muy firmemente que uno de los problemas más grandes que tenemos como seres humanos es nuestra incapacidad a la hora de afrontar una adversidad. Nos encanta jugar a ser avestruces con eso de esconder la cabeza en el suelo ante cualquier dilema, nos encanta quejarnos, llorar, decir a los cuatro vientos lo desgraciados que somos, nos encanta ser víctimas de un crimen que nosotros mismos creamos.

    Quizá este sea uno de los pocos temas en los que sí puedo hablar con propiedad, yo he sido una de esas personas, no es algo raro serlo ni es algo de lo que me deba de avergonzar, pues si en este país somos 40 millones de habitantes, 39 somos o hemos sido así. Por supuesto que me escondía frente a los problemas, por supuesto que lloraba cuando una piedra se interponía en mi camino, por supuesto que me quejaba durante todo el día de lo desgraciado que era, pero... que levante la mano quien no lo ha hecho...

    Para mí, por suerte, eso acabó hace algún tiempo, justo cuando los problemas de mierda se convirtieron en problemas reales, justo en el momento en el que vi que esos problemas son irremediables y que un lamento solo serviría para estar peor. Señores y señoritas, hay que espabilar.

    Ahora lucho, mucho, no digo que más que nadie en el mundo, pero sí lucho lo necesario para ser feliz, para pensar que la mayoría de cosas en la vida tienen solución y, si por desgracia topas con algo que no la tiene, ¿para qué cojones vas a estar mal?, vivir en la amargura no arregla nada. Nada ni nadie te puede tumbar, hazme caso, apóyate en las personas a las que quieres (yo en mi caso tengo una mujer maravillosa que hace que cada día a su lado sea un auténtico regalo), déjate ayudar, no es de cobardes admitir que necesitas ayuda en muchas ocasiones.

    Piensa a cada uno nos parece que nuestro problema es el peor, pero que hay gente seguro lo está pasado peor que tú y aun así sigue luchando. Sobre todo piensa que tienes un don que ha sido privado a mucha gente, estás vivo... Así que disfruta, ríe, también llora por lo que haya que llorar, pero no maximices un problema mientras puedas sentir el aire en tus pulmones, piensa que hay gente que seguro conoces que hubiese deseando sentirlo en el día de hoy y no puede.

    Hay que luchar, hay que pelear muy duro cada día, dentro de cada uno hay un campeón, HAY QUE SER UN CAMPEÓN.


Blas.

2 comentarios:

  1. Hoy agradezco más que nunca tus palabras Blas, tienes toda la razón, en TODO. Creo en tus palabras, en lo que dices... siempre he sido una persona alegre y por eso es que yo intento llevar a cabo esto que acabas de contar. Hay veces que me da la impresión de que los problemas me han vuelto un poco bipolar jejejeje.

    Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, me alegro de que te haya gustado. Yo también me siento a veces un poco bipolar, jeje, pero es que los problemas, sobre todo si son serios, te hacen sentirte así a veces. Yo puedo decir que hay cosas que piensas que no tienen solución y de repente, ¡Zas! aparece del rincón menos esperado.
      Mira, yo hoy más que nunca creo en mis propias palabras, hoy me acaban de dar la noticia de que en principio he superado un cáncer, aún me quedan varios problemas de salud importantes, pero coño, he superado algo por lo que hace 3 meses lloraba. No lo he superado por mi actitud positiva frente al problema, de eso estoy seguro, pero al menos mientras he estado con esa enfermedad he sido feliz y no he dejado que nada me amargase (menos unas pocas caídas de ánimo comprensibles), todo eso tengo que reconocer que se lo debo a mi mujer, pero si yo no hubiese querido tener actitud positiva, lo hubiera pasado muy mal.
      Con todo este rollo quiero decir que una actitud positiva y valiente no va a cambiar nada, pero nada mejor que una sonrisa para al menos así disfrutar de los pequeños placeres de la vida mientras otras cosas intentan derrumbarnos, ni nada ni nadie podrá con nosotros.
      SOMOS CAMPEONES.

      Eliminar