miércoles, 23 de octubre de 2013

Hoy, algo distinto: Crítica del musical "Hoy no me puedo levantar"

   

   
    Siempre he dicho que no es bueno hablar de un mono tema siempre, que este blog no tiene por qué ser un punto aburrido en el cual tan solo se hable de literatura y más literatura, por lo tanto hoy os voy a ofrecer algo nuevo: Una crítica a ese musical que ha roto con todos los esquemas en este país, "Hoy no me puedo levantar".

    Creo que aportaré un punto de vista más o menos contrastado, pues es la sexta vez que lo veo. Muchos diréis: "¿Sexta?", sí, en efecto, ni más ni menos que la sexta vez que piso el teatro para visualizar la misma obra, los mismos diréis: "Por qué?

    Respuesta fácil. La primera vez que entré al teatro para ver esta representación entré con las dudas lógicas de qué me iba a encontrar, iba a ver algo de lo que todo el mundo hablaba, pero no por ello tenía que ser un espectáculo que a mi me gustara, ni mucho menos. Muchas veces no me dejo llevar por la corriente y suelo nadar en contra. Desde el mismo momento en que comenzó a sonar ese potente bombo característico del principio de la obra, mis sentidos se dejaron llevar por la obra más grande y más sorprendente que había visto en mi vida. TODO era perfecto, desde unos actores que hacían que creyeses que estabas viviendo sus vidas, riendo con ellos, llorando con ellos, sufriendo con ellos... hasta unas coreografías y unos decorados que te transportaban sin ni siquiera darte cuenta al Madrid de los 80.

    Esta sexta vez era diferente, la obra había finalizado hace unos años y esta era la segunda vez que se estrenaba. Había muchos cambios significativos, como el cambio de teatro que pasó del Rialto al Coliseum que, a pesar de estar ambos en la misma calle nada tiene que ver el uno con el otro. OJO, no digo que el Coliseum no sea un gran teatro, al contrario, totalmente nuevo por dentro, con unas butacas más que suficientes y cómodas, pero el Rialto se reformó expresamente para esa representación y tenía algo de la propia magia de la obra en el mismo. Uno de los puntos diferentes en los que prefiero el Rialto es el escenario, mucho más grande y con muchas más posibilidades que no se nos pudo ofrecer en el Coliseum. Otra de las cosas que eché en falta era el poder ver a los músicos tocando en los laterales del teatro, algo que aportaba más encanto si cabía a la obra.

    Teatro aparte, llegaba al mismo con la sensación de que no quería salir decepcionado, había asistido cinco veces a un espectáculo que era capaz de superarse en cada representación y no quería salir decepcionado, pues sabía que habían introducido cambios y eso siempre da miedo. No puedo quejarme de mis asientos pues estaba en primera fila del primer piso, con un visionado perfecto de todos los ángulos, eso hizo que no perdiese detalle de nada. Celebro que así fuera porque una vez más, volví a sentir de esa magia que hablo.

    Desde el primer golpe de bombo, una vez más supe que no me iba a decepcionar, cuando vi bajar las camas del techo con las bailarinas, ya estaba sumergido completamente en el mundo de HNMPL, con una sonrisa de oreja a oreja. Llega el turno en el que sale el señor Diges, sé que había representado en muchísimas ocasiones el personaje de Mario Postigo, pero después de ver a Miquel Fernández, pensaba que nadie estaría a su altura, me equivoqué. Para los que hayan visto a Fernández actuar, sabrán que era el prototipo ideal para ese personaje, el Mario que todos imaginan cuando conocen la historia, pero Dani Diges no solo estuvo a la altura, sino la superó. Su voz no es normal, la facilidad con la que cambia de registro es apabullante, es evidente que no por llegar a tonos imposibles se es mejor cantante, pero cuando tu abanico de tonos es tan inmenso y aun encima los dominas TODOS, es cuando eres un cantante genial. Cabe destacar su versión de "Aire", en la cual sentí que todo mi vello se erizaba y en el que realmente me emocionó. Un 10 para este genial actor y cantante.

    Nada más hacer la introducción llega el turno del señor Lastra. Adrián Lastra es un caso aparte, la evolución de este chico como actor y cantante ha sido increíble y yo he tenido la suerte de poder vivirla. Lo vi por primera vez en la segunda representación que vi, creo que por el 2006 y he de decir con toda sinceridad que habiendo visto primero a Javier Godino en el papel de Colate, no me llegó a convencer del todo, lo veía demasiado sobreactuado, demasiado agitado, era mi impresión. Después comencé a verlo en varias representaciones más en las que me iba convenciendo más y más. Hasta que llegó el Sábado pasado. Su Colate alcanzó el nivel de la perfección absoluta, dando ese punto exacto que ese personaje debe tener, con su timidez inicial y su posterior descenso en los mundos oscuros, algo que borda y hace como nadie. Su manera de cantar ha evolucionado claramente dando paso a un señor cantante, con un vozarrón de miedo y un control de la misma exquisito. Disfruté como un enano viendo a este chico actuar, es increíble. Su versión de perdido en mi habitación me dejó sin palabras, eso sí, he de decir que me gustaba más cuando tenía su habitación en el lateral del escenario, no sé, le daba más dramatismo. En definitiva chapeau para el señor Lastra, un actor que no se sabe dónde estará su techo, porque va a llegar lejísimos.

    Mención aparte merece David Carrillo, en su papel como Guillermo. Es un Dios, no me sale otro calificativo, me van a perdonar los personajes protagonistas, pero es el número 1. Creo que sin él la obra no sería nada, y no me refiero a su personaje en sí, me refiero a David. Nadie lo sabe hacer como él, nadie sabe actuar como actúa él (y esto es con todo el respeto del mundo hacia los demás, de verdad), pero es que este chico es mayúsculo. Guillermo nos hace reír, y mucho, da un punto de ternura al mismo tiempo a la obra y nos hace meternos en la piel de un chico que acaba de salir de unos tiempos en los que tener su condición sexual era peor que haber matado a alguien. David lo hace como él solo sabe, he tenido la suerte de verlo las 6 ocasiones haciendo el mismo papel y si ya en la primera era Dios, ahora imaginad. No concibo esta obra sin él, si os soy sincero una de las principales razones por las que he repetido en esta nueva etapa era porque sabía que iba a encontrármelo de nuevo. Ojalá no sea la última vez que lo vea haciendo este papel, pues necesito de su Guille para que la obra siga siendo mágica. Adoro a este chico.

    Como nuevas incorporaciones nos encontramos a Canco Rodriguez (el famoso barajas de Aída) haciendo el papel de Panchi, antes Chakas (Antes también era Panchi, pero se le conocía con ese sobrenombre al ser el Heavy Karateka de Vallekas) y a Ana María Polvorosa (La Lore de la misma serie) en el papel de Patricia. Ambos papeles han decaído un poco en su fuerza sobre la propia obra, Panchi sigue siendo el personaje humorístico de la representación, pero ha perdido fuerza, mucha. No digo que Canco no lo haga genial, porque lo hace ya que él es genial, él se limita a hacer el guión que le han dado, aportando su particular forma de actuar que tanto nos gusta a todos. Realmente lo que ha perdido fuerza es su guión, antes con el Chakas nos reíamos hasta llorar, ahora nos reímos muchísimo, pero quizá me falte ese punto. Guión aparte, la elección de Canco para ese papel me parece genial, es un actor como la copa de un pino y así lo demuestra. La sorpresa me vino con Ana Polvorosa, de verdad no esperaba que cantase tan bien (sobre todo después de haber escuchado el archiconocido "Lore Lore, Macu Macu"), pero con total sinceridad, me encantó. Su actuación también fue brillante, si bien es verdad que su papel también ha decaído con respecto a la anterior Patricia (antes Luh Lih, jaja), Ana lo hace de una forma magistral, dando lo que se le pide, el papel de una ninfómana y alocada chica. De verdad que fue toda una sorpresa para mí cuando comenzó a cantar, me sorprendió mucho!!

    Quizá la parte que menos me gustó fue la interpretación del personaje de María (no recuerdo el nombre de la actriz, perdonadme), pero después de haber visto a la espléndida Inma Cuesta hacer ese papel, nada ni nadie (siempre con el respeto que he dicho antes), puede igualarla. No sé, me faltó algo en ella, no era su voz ni nada por el estilo, solo que no tenía (en mi opinión) ese duende gitano que desprendía a raudales la señorita Cuesta. La actriz desde luego no lo hizo mal, pero... me faltó algo...

    Alejandro Vega también lo hizo muy bien en su papel de Anselmo, pero como en el caso anterior, me faltó ese desparpajo que mostraba Javier Navares en sus interpretaciones y, sobre todo ese puntito de humor que aportaba con lo de la Rusa y el Mercedes, este papel también ha perdido mucha fuerza, pero igualmente Alejandro lo hizo muy bien.

    También destacar que aunque el cuerpo de bailarines lo hizo de fábula, me faltó el carisma que desprendían anteriormente algunos de los que ya no están, como el caso de Edu Morlans y de Antonio Navarro (bueno en realidad de muchos de los que no recuerdo su nombre), pero en concreto esos dos aportaban un punto fresco que no se suele ver en representaciones de bailarines y que se echa mucho de menos. Al menos yo.

    Voy cortando ya, que hoy me he pasado, pero es que es tanto lo que me evoca este musical, que las palabras me salen solas jaja. En definitiva volví a disfrutar como un enano, volví a reír, volví a emocionarme, a llorar, a dejarme las palmas aplaudiendo, a sentir de nuevo la piel de gallina. Eso es algo que tan solo sabe hacer un musical de esta talla que, aunque evidentemente ha cambiado, no lo ha hecho ni para mejor ni para peor, pues sigue haciéndonos soñar, transportándonos a una época mágica. Estoy deseando volver a repetir, sobre todo por volver a ver la cara de felicidad de "la que duerme a mi lado", esa luz en sus ojos se enciende cada vez que las notas de "Hoy no me puedo levantar" comienzan a sonar.

2 comentarios:

  1. Uff! Me has puesto la piel de gallina leyéndote. En mi caso, este fin de semana fue la tercera vez. Pero he de asegurarte que si viviese en la capital el contado hubiera estado más alto. He visto unos cuantos musicales pero Hoy no me puedo levantar siempre será único. Como en tu caso, fui por primera vez con sensación extraña de qué me iba a encontrar (aunque realmente fue porque era una excursión del instituto). A partir de ahí me metí de lleno en el mundo Mecano, que me toca en época de refilón.

    No voy a decir mucho más porque me extendería mucho y comparto cada una de tus palabras. En mi paso fue una Angy increíble, donde todos bordaron su papel. Adrián, Guillermo... Y sí, se echaba en falta los músicos de los laterales o la habitación.

    En fin, como bien dices al final, risas, sentimientos...sensaciones. Algo increíble y espectacular. Para mí, lo mejor. Y dudo mucho que lo superen.

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    1. VAYA!! No había visto tu comentario! Jeje. Me alegra que te haya gustado mi humilde opinión, repito lo de que fue mágico y que estoy deseando volver, seguro lo haré!! Jejeje.

      Un abrazo grande!!!

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