jueves, 24 de abril de 2014

Reflexiones tras St Jordi

    Hola de nuevo!!

    Tras un par de días frenéticos en los que regalé mi novela (La profecía de los pecadores) con motivo de Sant Jordi y conseguí la nada desdeñable cifra de 3000 descargas en todo el mundo y varios números 1 (España, Italia, México y número 2 en EEUU), vuelvo a la carga con lo de todos lo días: Escribir y planificar.

    No quería dejar pasar la oportunidad de dejar un poco mis impresiones de cómo veo ahora mismo el mundo de la literatura en este país. Como siempre voy a ser visceral y no voy a pensar mis palabras, me traiga las consecuencias que me traiga.

    Todo esto ha venido tras ver esta foto:


    En ella podemos ver a una pletórica Belén Esteban mientras firma su libro, número 1 en ventas, en un "El Corte Inglés" de Barcelona. Lo curioso de todo es que me comentan personas que pasaban por ese lugar que las colas eran enormes, inmensas... Algo que sin duda me jode pero comprendo. Y es que el panorama español está justo resumido en esta foto. Es probable que la autora más vendida no sepa escribir correctamente la palabra "editorial", pero las editoriales apuestan ciegamente por ella pues saben que van a conseguir más ventas que sin ir más lejos uno de los mejores autores de este país (puede que el mejor): Juan Gómez-Jurado.

    Y no se han equivocado, vaya, número uno de ventas ni más ni menos. Y es que en España somos así. Lo peor de todo es que nos joda cuando se nos califique de país de pandereta y de una panda de paletos. Pero señores, si no es así, al menos se parece bastante esa definición. Cuando un libro que ni siquiera ha sido escrito por ella llega a lo más alto, da para pensar, y mucho. Pero he dicho mil veces que la culpa no es de ella, ni siquiera de la editorial. La culpa es de todos los borricos que en manada han ido a comprar ese "libro" y se han tragado una cola de pelotas para decirle lo que la admiran. Que es un ejemplo para todos, que es lo más... 

    Las editoriales no son tontas, faltaría más, y apuestan por los caballos que sin duda van a ser ganadores. Véase el caso de Belén, de Jorge Javier, de Rafa Mora (sí, este chico va a sacar un libro, si no lo ha sacado ya...) Ellos son conscientes del país en el que vivimos y lo explotan, no se les puede recriminar el querer ganar dinero pues se diga lo que se diga, todo el mundo lo quiere ganar. Además, el que diga que no le invito hacer un ejercicio de conciencia y que se plantee la situación. Creo que sé su respuesta.

    Muchos tildarán esta opinión de un acto puro de envidia. Sí, no lo voy a negar, vendo una milésima parte de lo que vende esta señora y me encantaría llegar a sus niveles de ventas, que la gente hiciera cola por conseguir mi firma nada menos que en una de las tiendas de la conocida cadena. Pero no. Ni vendo eso ni quizá lo haga. Eso sí, a mí no me quita nadie que en un año haya conseguido que 25000 personas tengan en sus manos (o Kindle, mejor dicho) una copia de mi segunda novela. Sin más ayuda que la de mis amigos escritores, los no escritores y demás gente de mi alrededor. 

    En fin, quizá este panorama cambie, pero los datos no invitan a pensar en ello. Una lástima, porque este país tiene potencial para mucho. 

    Nos seguimos leyendo.

Blas.

2 comentarios:

  1. Toda la razón, Blas. Muchos escritores, en ocasiones como ésta, nos hacemos una pregunta: Pero...¿qué he hecho yo para merecer ésto?
    Nos queda la seguridad de que la mayoría de Lectores (con mayúsculas), los que compran/leen libros todo el año, los que aman la literatura... no se encontraban en esa inmensa fila de "amantes del cotilleo y la prensa rosa"ni el Día del Libro, ni ningún otro día del año. Un abrazo!

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    1. Estoy de acuerdo en todo lo que dices, como bien comentas nos queda ese consuelo, jajaja. Pero rabia igualmente da! Jajajajaj Un abrazo, querida Sylvia!

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